domingo, 17 de octubre de 2010

Otro de Zarzamoras

Como todos los años al final del verano hemos ido a recoger moras, afortunadamente este año ha habido gran cantidad y hemos podido preparar una buena provisión de mermelada y como no podía ser menos he hecho jabones. Podéis ver las propiedades de las moras aquí: http://jabonyagua.blogspot.com/2009/10/zarzamoras.html

LA RECETA:

250 gramos aceite de oliva
140 gramos aceite de coco
50 gramos aceite de sésamo
75 gramos aceite de girasol
56 gramos palmaste
144 gramos manteca de cerdo
15 gramos de cera pura de abejas

97 gramos de sosa
206 gramos de agua
8% sobreengrasado, 32% concentración.

Lleva aceites esenciales de incienso, melisa e Ylang ylang

Cuando llegué a la traza la separé en dos y a una parte he añadido leche de cabra en polvo, y a la otra dos cucharadas grandes de mermelada de mora casera.

Espero que os guste.

domingo, 3 de octubre de 2010

Cajas

Un día yendo a la oficina pasé al lado de un contenedor donde estaba una pequeña reja, antigua y muy bonita, de una casa que estaban rehabilitando e inmediatamente pensé que con ella se podía hacer una magnífica mesa de rincón y me quedé con las ganas de cogerla, pero la vergüenza de entrar con ella a la oficina y que todo el mundo me preguntará que a dónde iba con ella, me freno. Apenas quince minutos después, me dije que era tonta y salí decidida a cogerla pero cuando llegué al contenedor, ¡ya se la había llevado! En ese momento y rememorando a Escarlata O´Hara me dije “Nunca me volverá a pasar esto”.

Bueno, a lo que iba, últimamente la producción de jabones va en aumento y una vez secados pasa a ser un problema donde colocarlos. Tengo una sombrerera que con unos oportunos separadores ha cumplido la misión a la perfección, pero ya no caben allí, así que pensé: Hay que comprar una caja grande donde quepan todos.

Busque en los chinos, en Ikea… y unas eran feas, otras pequeñas, otras demasiado altas, en fin que no encontraba lo que quería y recordando mis secaderos de jabones http://jabonyagua.blogspot.com/2009/06/este-es-un-secadero-de-jabones-que-he.html
dije, voy a hacer una como esas pero más grande. Así que voy a la frutería y le pido al frutero dos cajas grandes (por lo que pudiera pasar) y va y me da tres. Total que llego a casa con mi botín y empiezo a mirarlas y como eran un poco endebles y temiendo por la integridad de mis jabones, me puse a reforzarlas y con la ayuda de mi caja de herramientas fui desarmándolas y componiendo una sola bien resistente.

En este estado y antes de seguir con la decoración de mi “supercaja”, fui a pasear con mi perro, por dos razones, una porque el pobre no aguantaba más y otra porque necesitaba plantearme como dejar la caja presentable. Y allá nos vamos los dos, más contentos que nadie, el perro porque por fin le hacía caso y yo porque ya tenía en marcha la caja. De regreso, se para a oler junto a un contenedor en la calle, y allí encima de un montón de escombros me encuentro una estupenda caja de vino que tenía las medidas exactas de lo que había buscado por todos los comercios. Y no lo dudé, aparqué la vergüenza al recordar la reja del principio de esta historia y la cogí.

Aquí la podéis ver como ha quedado, después de un lavado a fondo con estropajo y jabón de la abuela, de varias manos de cera y de haber tapado el nombre de la bodega con una serie de marcapáginas que esperaban su momento en el fondo de un cajón.
 Y ¿qué pasó con la caja de limones? Pues ya metida en faena, también la he decorado, y que viendo como va esta fiebre de hacer jabones seguro que dentro de poco la necesitaré, que se acerca la Navidad y hay muchos regalos que hacer ¿Os gusta?