miércoles, 26 de enero de 2011

100% coco

Creo que este es el jabón que más guerra me ha dado. Había oído comentarios sobre la gran suavidad que tenían los jabones 100% de coco con un sobreengrasado alto y con un periodo de curación largo (en torno a los 6 meses) Así que el otro día me puse con el, no sabía que aceite esencial utilizar y buscando me encontré con un aceite esencial de manzanilla que había observado que aceleraba la traza.
Total, que decidí que este era el jabón adecuado para usarlo, ya que al no tener que añadir color ni aditivos, si trazaba rápido no me importaría.
Hice el jabón sin problemas y cuando llegué a la traza añadí los 16 gramos de aceite esencial de manzanilla que tenía preparados, le di una vuelta con una paleta y se quedó cuajado de golpe, como pude lo saqué a trozos con la mano (con guantes, por supuesto) y lo fui metiendo en el molde apretando para darle forma, cuando llevaba ya una capa puesta, al apretar observe que la parte de abajo estaba ya gelificando a lo bestia y que cada vez que yo apretaba, la parte inferior que ya estaba blanda por la gelificación salía en churretes hacia arriba, total que enmoldé como pude, muy mal porque si apretaba subía la parte gelificada y a pesar de los guantes me quemaba y, si no apretaba me quedaban huecos por todos los lados, cuando ya estaba todo en el molde traté de darle vueltas, pero se juntaba la parte gelificada con los trozos recién enmoldados y que aún estaban duros.
Han quedado feos, pero feos de verdad, muy duros, al principio tenían un color entre gris y crema y según pasan los días están más blancos, como ya no pican, he hecho una prueba lavándome las manos con uno y de momento deja las manos un poco resecas, esperaremos más tiempo y veremos si con el tiempo mejora…

LA RECETA
400 Aceite de coco

64 gramos de sosa
96 gramos de agua

Sobreengrasado al 12%, concentración al 35%

Aceite esencial: 16 gramos de manzanilla.

jueves, 13 de enero de 2011

Jabón de zanahoria

Decidí hacer este jabón con zanahorias porque quería experimentar su uso como colorante y a la vez saber si al ponerlas frescas en el jabón se estropeaban. Estos jabones llevan hechos tres meses y como veis siguen manteniendo el color y están en perfecto estado.
Están hechos con aceites de oliva, coco, girasol, hueso de palma, ácido esteárico, manteca de mango, vitamina E, zanahoria fresca muy finamente triturada, y aceites esenciales de patchuli, palmarrosa, naranja, pomelo y árbol del te.
Además de estos ingredientes, y como la fórmula me daba un índice de dureza un poco bajo, decidí también experimentar poniéndole un poco de sal (20 gramos para un kilo de pasta de jabón). La sal ha tenido dos efectos: el positivo es que ha quedado un jabón duro, que corte a las pocas horas de haber enmoldado y que me dio problemas porque era difícil de cortar por su dureza, y el negativo es que el jabón apenas hace espuma, y no es que a mi me obsesionen los jabones espumosos, pero es que este después de mucho frotar produce una muy escasa, diminuta y poco persistente espuma, quizá tenía que haberle puesto menos cantidad de sal, pero con este resultado, ya se lo que haré: dejaré la sal para mis estupendas Rocas de Sal.

PROPIEDADES DE LAS ZANAHORIAS:
Su color naranja se debe a la presencia de carotenos, entre ellos el beta-caroteno o pro-vitamina A, pigmento natural que el organismo transforma en vitamina A conforme la necesita.

Contienen gran cantidad de vitaminas A, B, C, D y E, por eso es ideal para pieles secas y desnutridas. Combate los granos y las manchas de la piel, reduce los poros, es tonificante, hidrata y nutre. Las zanahorias en cosmética se utilizan en mascarillas y cremas limpiadoras, previene el envejecimiento cutáneo y ayuda a evitar la aparición de arrugas, es útil en casos de eczemas, heridas o quemaduras, forma parte de muchos filtros solares ya que ayuda a evitar la acción destructiva de los rayos ultravioletas.

domingo, 2 de enero de 2011

Bálsamo labial



Hace unos días hablando con una amiga jabonera (no digo su nombre para no ponerla en un compromiso) de la manteca de cacao y de bálsamos labiales, me dijo que había comprado una natural que estaba sin desodorizar y que estaba muy contenta con ella, varios días después me dio una sorpresa cuando me entregó un paquetito con una muestra de la manteca de cacao. Su color es igual al del chocolate, claro como que es chocolate, y un suave aroma. Estaba deseando probarla pero entre las Navidades, una faringitis que cogí y problemas con la calefacción, felizmente resuelto gracias a otra jabonera, no veía el momento de ponerme, así que ayer por fin pude hacer el bálsamo labial. Yo tengo problemas de alergias con los aromas sintéticos, pero gracias al aroma natural de la manteca de cacao y a la cera pura de abejas, he conseguido que tenga un olor suave y natural sin necesidad de añadirle ningún aceite esencial. Con lo que me queda voy a hacer una crema de noche, ya os contaré como sale, pero como fue un enamoramiento a primera vista, ya estoy esperando recibir la que he pedido.

LA RECETA:
6 gramos de manteca de cacao natural
15 gramos de aceite de ricino
6 gramos de cera pura de abejas