Rocas de Sal

Había leido mucho sobre el jabón de sal, a algunas personas les gustaba mucho y a otras nada. No sabía a que grupo pertenecería yo y no sabía si hacerlo. Al final decidí hacer uno pequeño (es el rosa que podéis ver en el collage del final de la entrada) y ver que resultaba, consulté varias recetas (Bufy, Mangels, Nevenka y Embat) e hice uno con aceites de oliva, coco, aguacate, ricino y manteca de cerdo. Inmediatamente que se curó, lo utilicé y me encantó. A continuación preparé otro y desde entonces lo tendré siempre en la ducha para utilizarlo.

Yo lo he llamado Rocas de Sal porque considero que no es un jabón como a los que estamos acostumbrados. La forma de utilización que recomiendo es en la ducha con el cuerpo mojado, entonces nos pasamos la pastilla por todo el cuerpo, esto crea una película cremosa, casi exenta de burbujas, que además nos sirve como exfoliante y a continuación nos aclaramos. El efecto en la piel es inmediato, queda suave y luminosa y dura todo el día, no es necesario ponerse crema hidratante.

Para los que andamos con prisas y no podemos regalarnos con un baño de sal (también tenemos que ahorrar agua) es un auténtico lujo poder darnos una "ducha de sal" con estas rocas.

LA RECETA:

218 aceite de oliva
58 aceite de coco
22 aceite de aguacate
51 aceite de ricino
15 manteca de cerdo
15 glicerina
363 sal

45 sosa
115 agua destilada

13% sobreengrasado
28% concentración

Aceites esenciales de pomelo, litsea cubeba y menta (macerados con glicerina, aceite de almendras y cáscara seca de naranja)

Se hace como cualquier jabón y al llegar a una traza espesa, se le añade la sal, se enmolda y se mete en el horno caliente a 75º durante dos horas. Se saca e inmediatamente se corta.

Por cierto, me pasó una cosa curiosa con el color. Le puse colorante verde haciendo rayas, pero cuando lo saqué del horno estaba amarillo, pero según se ha ido secando han ido apareciendo las rayas verdosas y el resto ha quedado blanco. Ahora está muy bonito.

PROPIEDADES DE LA SAL

La sal marina contiene minerales curativos que gracias a su capacidad regeneradora y por su parecido con el plasma sanguíneo, permiten al cuerpo absorberlos fácilmente. El manganeso reactiva la circulación, el zinc tiene propiedades antioxidantes que al igual que el calcio evitan el envejecimiento de la piel. El azufre oxigena las células y evita la caída del pelo, el magnesio contribuye a relajar los músculos cuando tenemos estrés y el selenio tensa la piel y deja la epidermis en buen estado.

Mediante una baño de sal, nuestro cuerpo absobre estas propiedades y ayuda a la circulación, aumenta los niveles de serotonina, reduce el estrés y eleva el estado de ánimo, mejora el sueño, disminuye la presión arterial y reduce los dolores musculares y la inflamación, mejora la eliminación de toxinas, mejora la absorción de nutrientes, ayuda a prevenir las migrañas y además es un emoliente natural.

Truco: Es ideal para combatir la caspa, se masajea con sal el cuero cabelludo, y luego se lava como habitualmente.