
He estado practicando estas semanas con aromas, aditivos, colorantes y formulas. Me he dedicado a hacer pequeños lotes de jabón y a añadirles, por ejemplo, frutas para ver si se oxidaban, aromas con fijadores, colorantes en diversas cantidades y diferentes aceites y ha sido muy interesante. Ahora tengo varias pastillas secándose y cuando ya las pueda utilizar comprobaré los resultados.
Como consecuencia de estas pruebas, me habían quedado algunas pastilas con unos colores muy feos o con formas que no me gustaban, y entonces practiqué también el refundido.
Había hecho varios refundidos, y excepto uno que me quedó bien, y que ya publiqué la entrada en el blog, el resto había sido un completo desastre. Muchos acabaron en la basura y con suerte los utilice para fregar.
PROCEDIMIENTO REFUNDIDO
Me puse manos a la obra y empecé con el microondas, con mucho cuidado, vigilando los tiempos, pero nada, otro desastre. Seguí en la cocina con fuego directo al mínimo, peor. Y por último al baño María, y por fín lo logré. Esta mañana he hecho otro con el mismo procedimiento con unas pastillas antiguas y también me ha salido bien. Por fin encontré el truco.
El procedimiento es sencillo, se ralla el jabón que vamos a refundir y lo ponemos en un cacharro al baño María. Como con el que practiqué primero estaba recien hecho no le añadí nada de agua, al que he hecho hoy, que ya estaba bien seco, le he añadido un poco de agua, como el 15% + ó -, y lo he puesto al fuego. Le he ido dando vueltas y cuando he visto que ya se estaba haciendo una masa manejable le he añadido como media cucharada de glicerina líquida (para 220 gramos de jabón seco) y le he metido la batidora. Ahora es el momento de ponerle los colorantes y mezclarlos bien, el color como la sosa está saponificada no va a sufrir cambios, se mezcla bien, se retira del fuego y se le pone una cucharada de aceite de coco, unas gotas de aceite esencial y se enmolda. Las motitas blancas que se ven las pastillas, son unas ralladuras de jabón blanco que añadí al final para darle un poco de vistosidad.
¿Verdad qué ha quedado bonito?
Como consecuencia de estas pruebas, me habían quedado algunas pastilas con unos colores muy feos o con formas que no me gustaban, y entonces practiqué también el refundido.
Había hecho varios refundidos, y excepto uno que me quedó bien, y que ya publiqué la entrada en el blog, el resto había sido un completo desastre. Muchos acabaron en la basura y con suerte los utilice para fregar.
PROCEDIMIENTO REFUNDIDO
Me puse manos a la obra y empecé con el microondas, con mucho cuidado, vigilando los tiempos, pero nada, otro desastre. Seguí en la cocina con fuego directo al mínimo, peor. Y por último al baño María, y por fín lo logré. Esta mañana he hecho otro con el mismo procedimiento con unas pastillas antiguas y también me ha salido bien. Por fin encontré el truco.
El procedimiento es sencillo, se ralla el jabón que vamos a refundir y lo ponemos en un cacharro al baño María. Como con el que practiqué primero estaba recien hecho no le añadí nada de agua, al que he hecho hoy, que ya estaba bien seco, le he añadido un poco de agua, como el 15% + ó -, y lo he puesto al fuego. Le he ido dando vueltas y cuando he visto que ya se estaba haciendo una masa manejable le he añadido como media cucharada de glicerina líquida (para 220 gramos de jabón seco) y le he metido la batidora. Ahora es el momento de ponerle los colorantes y mezclarlos bien, el color como la sosa está saponificada no va a sufrir cambios, se mezcla bien, se retira del fuego y se le pone una cucharada de aceite de coco, unas gotas de aceite esencial y se enmolda. Las motitas blancas que se ven las pastillas, son unas ralladuras de jabón blanco que añadí al final para darle un poco de vistosidad.
¿Verdad qué ha quedado bonito?