Ahora que parece que le he cogido el truco a los refundidos, he hecho uno con unas pastillas de jabón de aceite de oliva y otras de jabón de chocolate que no me había gustado como habían quedado.
Como eran unos jabones que llevaban varios meses hechos, lo que hice después de rallarlos fue añadirle el agua (el 2o% del peso del jabón) y dejarlo varias horas para que se remojase bien el jabón. Luego lo puse al baño maría hasta que conseguí la consistencia que quería, entonces le aparté del fuego y le añadí:
2% de glicerina
2% de aceite de coco
1 cucharadita de aceite de rosa mosqueta
1 cucharada de leche de cabra en polvo
1 cucharada de chocolate puro en polvo
1 cucharada de azucar
No ha cogido mucho color al chocolate porque uno de los jabones llevaba dioxido de titanio y por eso afortunadamente no se ha puesto muy oscuro, tampoco le añadí aceites esenciales porque los jabones refundidos tenían mucho aroma, y al mezclarse han dejado un olor muy agradable.
Puse más de la mitad de la mezcla en el molde y entonces puse los trocitos de otros jabones de colores, a continuación puse el resto de la mezcla y encima el resto de los recortes apretando con la mano para que se incustraran bien en el jabón.