miércoles, 23 de mayo de 2012

Los Tradicionales (III) - Jabón de Marsella


El “Code appellation du savon de Marseille” regula el tipo de aceites que se pueden emplear, el proceso de fabricación, y las características finales del jabón.

Los fabricantes producen bajo esta denominación varios tipos de jabón: 

El famoso cubo blanco de distintos pesos, con la inscripción “Extra pur 72% d’huile”, que indica que el 72% de los ingredientes empleados en su fabricación, son una combinación de aceites vegetales formada generalmente por oliva, palma y coco, aunque en algunas ocasiones se añaden aceites de pepita de uva o maíz.


El cubo verde, idéntico al anterior, y el aceite empleado es oliva únicamente.


Los cubos de colores, a los que se añaden diferentes aceites esenciales.


Y finalmente los “savonnettes” que están hechos de los restos del jabón blanco, triturados y a los que se  añaden aceites esenciales y colorantes, algunas veces mantecas como el karité y, finalmente se les comprime dándole la forma de pastillas. 



Usos recomendados:
Para la toilette: Recomendado por los dermatólogos en caso de eczema o de intolerancia a los jabones sintéticos. 
Limpieza de ropa: antes de lavar, frotar la mancha con jabón.
Dar brillo a las joyas: Diluir un trozo de jabón en agua caliente y sumergir las joyas.
Limpiar los pinceles: Dejarlos sumergidos en agua jabonosa.
Limpieza de cueros: Frotar con un cepillo enjabonado y aclarar.
Nutrir y limpiar suelos: Lavar y aclarar.
Perfumar la ropa: Colocar un trozo de jabón en los armarios.
Antipolillas: Poner un trozo de jabón entre la ropa
Satinar la piel: Utilice el jabón de Marsella para exfoliar la piel.
Para el afeitado: Frotar la brocha en el jabón hasta obtener mucha espuma.
Como dentífrico: Es bueno para las encías.

Y para finalizar, he visto que en Francia recomiendan este truco de la abuela contra los calambres nocturnos en las piernas: Colocar un jabón de Marsella todas las noches entre las sábanas al nivel de las piernas. Me ha asombrado la cantidad de sitios que lo recomiendan, todo el mundo dice que funciona. Yo os lo dejo aquí como curiosidad, aunque lo más difícil es saber qué día va a tener uno un calambre para colocar previamente el jabón, ¿o no?. 

Como hacer jabón para lavar la ropa:

80 gramos de jabón de Marsella
1,5 litro de agua
1 cuchara de sopa de vinagre blanco
1 cuchara de sopa de bicarbonato
Agitar fuertemente hasta mezclar todo.
Con el jabón limpiaremos la ropa, el bicarbonato protegerá los colores y el vinagre evitará calcificaciones en la lavadora. 


Como los porcentajes de aceites que se utilizan en el cubo blanco del jabón de Marsella los determina cada fabricante y lógicamente no se hacen públicos, no tenía ninguna referencia a la hora de formular "mi jabón de  Marsella", y con la idea clara de poner un porcentaje alto de aceite de oliva, pensé en usar un 72% que es una cifra emblemática relacionada con estos jabones, y con ella empecé mis cálculos, añadiendo un 8% de aceite de coco y un 20% de aceite de palma para completar la fórmula.

LA RECETA:
521 gramos de aceite de oliva
58 gramos de aceite de coco
145 gramos de aceite de palma

 96 gramos de sosa
205 gramos de agua

5% de sobreengrasado, y 32% de concentración.

Algunos links de interés: 
Video de fabricación jabón Marsella: (en francés)
http://www.ina.fr/economie-et-societe/vie-sociale/video/I07347871/le-savon-serail-de-marseille.fr.html

Proceso fabricación: (en francés)
http://www.savon-leserail.com/francais/fabrication.htm 

Próxima entrada: Jabón de Alepo.


viernes, 11 de mayo de 2012

Los tradicionales (II) - Jabón de Castilla

No os voy a contar la historia del jabón de Castilla, ni tampoco a hablaros de las propiedades cosméticas del aceite de oliva, porque con una simple búsqueda en Internet encontraréis mucha información. Quiero contaros aquí pequeñas historias que me gustaría compartir con vosotros. 

En los territorios de la Corona de Castilla había numerosas fábricas de jabón, desde donde se exportaba a Europa y a América, en Andalucía recibían el nombre de Almonas. 

He buscado información sobre estas fábricas de jabón y he encontrado numerosas referencias en muchos pueblos, pero lamentablemente no queda ninguna en funcionamiento. 

En el año 2003 el Aula Gerión publicaba varios artículos en donde lamentaba la demolición de la antigua almona de Sanlúcar de Barrameda, como no he podido encontrar ninguna referencia posterior, me imagino que ya habrán consumado este atentado contra nuestra historia. Os pongo un enlace donde podréis ver fotos del edificio y de múltiples vasijas, dispuestas para…, no se, esperemos que alguna se haya salvado:


También creo que os gustará ver una reseña aparecida en el periódico ABC el 6 de julio de 1917 sobre una fábrica de jabones y perfumes. Ver a la izquierda, artículo Aromas de la tierruca, me encanta como empieza el artículo: Entre las cosas notables que agradan al mundo elegante y a los españoles de bien,…


También es curioso este método de fabricación de jabón: 


Pero no penséis que ya no hay fábricas de jabón 100% de oliva, las hay, en… Nablús, Palestina, donde lo fabrican desde 1611, siempre pensé que este jabón era como el de Alepo, pero he visto que no, que es 100% oliva, así que muy lejos de España, se sigue fabricando el jabón de Castilla: 

Nablús: Historia y proceso de fabricación (en inglés): 


Video del proceso de fabricación del jabón de Nablús: 


Espero que os haya gustado el recorrido por diferentes páginas sobre el jabón, para mi son como pequeñas joyas que me gusta ver. 

Y ahora vamos a mi jabón de Castilla. 

Me puse a hacerlo y me extraño lo mucho que tardó en trazar, ya se que el jabón de oliva tarda mucho, pero con la sosa y el aceite a 30º y una concentración de 32% no tenía que tardar tanto, al fin conseguí la traza y enmoldé, por mucho que lo abrigué no conseguí que gelificara y al día siguiente seguía muy blando y al otro y al otro, total que cuatro días después parecía un poco más duro y lo saqué, fui a cortarlo y por dentro estaba muy blando, pero que muy blando, (como cuando dejamos la mantequilla fuera de la nevera en un día de calor), así que lo deje para que siguiera endureciendo y al día siguiente, aun viendo que por fuera estaba un poco blando, hice una prueba y corte otra pastilla y aquí vino lo peor, por dentro estaba más duro que una piedra. Era el jabón más extraño que había visto en mi vida, por dentro estaba tan duro que al intentar cortarlo se rajaba el jabón y salía a trozos, mientras por fuera lo apretabas se marcaban los dedos en la barra. ¿¿¿¿???? Revisé la receta y las cantidades estaban bien. Mal comienzo, no sabía que hacer: lo que tenía cortado no servía para hacer el experimento que tenía en mente, tenía que ir directo a un refundido (agghhh) y empezar de nuevo. Vuelta a mirar todo, y lo único que había diferente era la sosa, era la misma de siempre, la de Mercadona, pero el envase era nuevo, a lo mejor podía estar mal… 

Aquí os enseño una foto de los jabones refundidos (los dos de arriba) y de la primera pastilla que corté (la de abajo, sin sello), si os fijáis en la pastilla, se ve como blanda y después de todo este tiempo: ¡la pastilla sigue un poco blanda! Voy a dejarla a ver como evoluciona.  


Al día siguiente hice un nuevo jabón, todo igual, pero con otra sosa, y aquí sin ningún problema, llegó la traza en cinco minutos, gelificó y al cortarlo ningún problema. La foto de estos nuevos jabones es la que está al inicio de esta entrada. 

LA RECETA: 
760 gramos de aceite de oliva virgen sin filtrar 
97 gramos de sosa 
207 gramos de agua destilada
5% sobreengrasado, 32% concentración. 
En la calculadora de un índice de dureza de 45, pero os puedo asegurar que está muy duro. 

Próxima entrada: Jabón de Marsella.


miércoles, 2 de mayo de 2012

Los tradicionales (I) - Jabón de la Abuela


Castilla, Marsella, Alepo…: Jabón. Si, jabón con mayúsculas, jabones que desde la antigüedad se han considerado los mejores.

Pensé que sería buena idea hacer una serie de jabones siguiendo sus respectivas recetas  y luego comparar los resultados. Sabía que iba a ser imposible elaborarlos de la manera tradicional (no me veía estando varios días, luchando contra el sueño, dando vueltas a una masa de jabón), así que iba a hacerlos en frío y a procurar que tuvieran una fuerte gelificación.

Sólo me faltaba crear unas normas comunes para su fabricación:

1º Aceite de oliva. En este caso aceite de oliva virgen extra sin filtrar; sin filtrar porque pensé que se adecuaba mejor a los aceites que antiguamente se fabricaban.

2º Sobreengrasado. Como en todos ellos hacen una “sangría” de las lejías sobrantes con un lavado de sal, y por lo tanto sobreengrasado 0, tenía que hacerlos con uno bajo, pero que a la vez me permitiera estar segura que no tenían exceso de álcali, me decidí por un sobreengrasado de 5%.

3º Concentración: Como son jabones con una alta proporción de aceite de oliva, que tarda mucho en trazar, pensé que el 32% sería adecuado, ni mucha agua para que tardaran mucho en trazar, ni tan poca como para que pudieran darme problemas.

4º Sin aditivos, ni aceites esenciales, ni oleatos porque ninguno los lleva.

Ya sólo quedaba encontrar algún ingrediente no fácil de conseguir, cuadrar las recetas y ponerse manos a la obra. En sucesivas entradas os iré enseñando los resultados, y ya sólo queda esperar los 9 meses mínimos de curado que van a tener. ¡Uffff, que impaciencia!

Hasta que empiece a mostraros los resultados, os dejo la foto y la receta de un jabón de la abuela (pienso que merecían un capítulo especial) que tengo desde hace dos años, y que para mi gusto están ahora mejor que el primer día.

Receta jabón de la abuela: (Este jabón es para lavar)
2150 aceite de oliva virgen (no reciclado)
335 sosa
502 agua

Tiene un sobreengrasado de -15% y una concentración de 40%.

Próxima entrada: Jabón de Castilla